Es uno de esos arbustos agradecidos que, además, se llenan de color con la llegada de la Navidad y que tienen disponible en el Vivero Orquídeas Las Mesas. Al margen de su belleza sencilla, los cuidados de la Ardisia Crenata hacen muy sencillo disfrutar de su increíble carácter decorativo. Es más: es tal su versatilidad que, si bien su emplazamiento ideal es en exterior, también admite ser cultivada dentro de casa o en invernaderos. Algo que debemos contemplar si vivimos en un clima muy frío y con heladas invernales.
Es lógico tener esto en cuenta en los cuidados de la Ardisia crenata, también llamada arbusto Capulín, si sabemos de dónde es originaria. Oriunda de zonas cálidas del Asia y África, esta procedencia marca ¡y mucho! su tolerancia a las temperaturas. Y no solo eso: en las zonas en las que crece de manera natural, sus dimensiones distan mucho de las de un arbusto. Puede llegar a convertirse, incluso, en un árbol de gran envergadura.
Así que veamos qué necesita esta preciosa planta para prosperar y regalarnos la intensidad verde de sus hojas perennes que, durante unos meses al año, se salpican de color gracias a las características bayas rojas de esta planta.
CLAVES EN EL CULTIVO DE LA ARDISIA CRENATA
Antes de ver en detalle los cuidados de la Ardisia crenata, conozcamos una singularidad de esta planta. Como decíamos, uno de los principales atractivos de la Ardisia crenata son sus bayas. Éstas no dejan de ser la evolución de su floración en forma de estrella, de pequeño tamaño y color blanco. Suelen aparecen en ramilletes y tienen un sutil perfume. Lo curioso es que, aunque la mayor parte de las flores se transforman en bayas, en la Ardisia es común la convivencia de flores y bayas.
Y no: no pensemos que las bayas desaparecen en poco tiempo. El realidad, suelen perdurar en las ramas hasta la siguiente floración. Un detalle que conviene conocer ya que nos da idea de hasta qué punto este arbusto tendrá un carácter decorativo ya sea en nuestra casa o en nuestro jardín. ¿Y cuándo se da la floración? De finales de primavera en adelante, hasta la aparición de las bayas con la llegada del otoño.
Comprendida esta peculiaridad, veamos qué necesita este precioso arbusto para desarrollarse correctamente. Y por cierto: si buscamos arbustos de crecimiento rápido para cercos, tendremos que pensar en otra opción. La Ardisia es un arbusto de crecimiento muy lento.
1. La luz, un imprescindible para la Ardisia crenata
Conociendo sus orígenes, es lógico pensar que la iluminación es fundamental para la Ardisia. Y lo es: necesita mucha luz, pero tendremos que evitar siempre el sol directo ya que puede quemarse.
Si la tenemos en interior, podemos cultivarla cerca de una ventana. En exterior y en climas cálidos, tendremos que plantarla en una ubicación de semisombra.
2. La temperatura, clave para su bienestar
Si buscamos arbustos resistentes al frío para el jardín, tendremos que descartar por completo la Ardisia crenata. Debido a sus orígenes, lo ideal es que esté en un rango de entre 15 y 21 grados. Una temperatura que solo podremos administrarle en los meses de invierno si la tenemos en casa o la cultivamos en un invernadero.
Y no: no debemos exponerla a frío. Por debajo de los 10 grados, la vida de nuestra Ardisia crenata puede verse comprometida. Si la tenemos dentro de casa, nunca está de más sacarla al exterior en los meses de verano. Eso sí: siempre resguardada del sol.
3. El riego, uno de los cuidados de la Ardisia más exigentes
Por su procedencia, es una planta con una alta necesidad de humedad durante los meses de calor. Cuando la temperatura aumenta, es imprescindible mantener el sustrato ligeramente húmedo mediante riegos regulares. Incluso podemos mojar sus hojas de cuando en cuando para hidratarlas si hace mucho calor. Durante el resto del año, los riegos deben ser más espaciados.
Pero mucho cuidado con dos aspectos. Por un lado, lo ideal es regarla con agua sin cal o agua de lluvia. Por otro, no tolera los encharcamientos ya que sus raíces son sensibles al exceso de agua. Algo que debemos cuidar, ya que el suelo ideal de la Ardisia es arcilloso con una buena cantidad de turba.
4. La poda, una labor propia de la primavera
Fundamental para promover su crecimiento. El momento idóneo para la poda es la primavera.
5. El abonado, imprescindible para su crecimiento
Como decíamos, es un arbusto que se toma su tiempo para crecer en condiciones. Por ello, aplicar de forma regular una dosis de abono es fundamental para ayudarla a crecer.
Por ello, lo ideal es aplicar una dosis de abono para plantas con flor de forma quincenal o mensual desde el comienzo de la primavera hasta la llegada del otoño.